Tenemos más de un kilómetro de senderos con jardines llenos de árboles y flores exóticas. Una de las cabeceras del río de Choroní con sus aguas cristalinas y sus pozos sabrosos está a solo pasos de la casa por nuestras caminerías de piedra. En la tarde cuando baja la neblina y se encienden los faroles, la casa se transforma en un refugio encantado. Los espacios interiores desde el zaguán que te recibe hasta nuestro patio central con sus helechos, orquídeas, bromelias y medinillas son amplios y acogedores. La decoración estilo Balines complementa la arquitectura colonial de la casa y te invita a relajarte. Las terrazas, una a un lado del patio central y la otra con acceso privado desde la suite principal, son el sitio ideal para tomarse un cafecito en la mañana o un buen vino al final del día mientras disfrutas de la vista panorámica del río y la cañada a la sombra de los gigantescos bambúes. Nos encanta cocinar a lo grande por lo que tenemos dos cocinas: Una tradicional completamente equipada para satisfacer las necesidades de cualquier chef, y otra rústica al fresco que cuenta con una estufa industrial, además de una parrillera, horno y estufa de leña. A la hora de dormir todas las suites son amplias con baño privado y equipadas con lencería premium de algodón egipcio